Una de las mayores virtudes del Bullmastiff es su temperamento. A pesar de ser un perro moloso, el Bullmastiff es un perro muy equilibrado. Es capaz de resolver muy bien las distintas situaciones a las que se enfrenta.

Es, sobre todo, un perro familiar. Le encantan y tiene mucha paciencia con los niños de la casa y es muy tranquilo. Duerme casi todo el tiempo, pero si lo invitas a jugar, va a querer estar ahí contigo. Durante la noche presta atención y se despiertan sus instintos de guarda.

Es un perro que ladra poco y muy equilibrado. Su esperanza de vida son de 10 años y dado su pelo corto y sus características, realmente demandan muy poco cuidado.